Por Fernando Pérez
La estrategia es un arte.
Para dominar un arte y ser un buen artista hay varias condiciones, y con estas voy a explicar la analogía entre un artista y un estratega.
La pregunta inicial sería ¿Qué hace a un buen artista?
Voy a plasmar solo 5 atributos principales que tiene un buen artista y lo que logra que sus obras tengan éxito: visión, creatividad, dominio de la técnica, práctica y que la obra tenga aceptación (vender)
1.Visión, lo que guía al estratega
Un artista define primero la visión de lo que quiere transmitir, plantea un objetivo, un pintor por ejemplo, primero decide qué quiere pintar y hace varios bosquejos, perfeccionando su obra a la visión, a la vez, este proceso es un aprendizaje constante y perfecciona la obra, decide qué quitar, qué añadir, qué imagen se vuelve secundaria y cuál principal, es decir tiene un proceso vivencial del cual nace su obra, no es un plan inamovible.
Aunque este planteamiento de que ya tiene una visión es cierto cuanto cuando recibe un encargo o tiene una idea fija. Pero un pintor también explora, inicia trazos sin un propósito y encuentra que hacer y a partir de estos define la visión de una nueva obra.
La visión es lo más importante, una organización se hace gracias a la visión de un emprendedor o un líder, tener claro hacia dónde se debe llegar, enfocarse sin detenerse en múltiples distracciones, pero a la vez ser detallista para llegar a esta visión. La visión no es un plan, pero si el cumplimiento de muchos objetivos y al igual que la obra de arte, se va perfeccionando en el camino. Lo más importante es llegar a esta visión y propósito, no el cumplir cierta actividad porque estaba planeada, durante el proceso irá cambiando prioridades, actividades, recursos. Su habilidad yace en esta flexibilidad enfocada.
E igual que el artista, explora el entrono y genera nuevas ideas, nuevos proyectos con otra visión, muchas veces complementaria a su expertise.
2. Creatividad, donde surgen las ideas del estratega
La creatividad en el proceso de un artista no necesita mucha explicación, no está limitado o sigue un estándar que lo acote a lo correcto e incorrecto. Diferente al artista, la creatividad en los negocios se vuelve tal vez no más difícil, pero sí con muchos más paradigmas obtenidos de las prácticas de la compañía, las prácticas del sector, las leyes, y el mercado.
Analicemos quién es el que crea las estrategias en el negocio, puede ser alguien que ha pasado muchos años en la empresa, y por esto está atado a las prácticas que han dado resultado, su modelo mental es el del sector en que se desenvuelve. Las innovaciones son en muchas ocasiones por competencia o por el desarrollo de un proveedor del sector.
Para ser creativo, el estratega necesita ser muy observador, muy autodidacta, entender diferentes modelos de negocio a su alrededor y detectar si pudiera aplicarlo en su organización. Esta es la creatividad en la definición de estrategias.
En mi experiencia profesional he pasado por muchísimos sectores, que me han enseñado prácticas básicas propias de cada uno de esto sectores, pero que pueden aplicar muy fácil a otros sectores y por sorpresa es una gran innovación o diferenciador.
3. Dominio de la técnica, lo que crea buenas estrategias
Un buen estratega y un buen artista dominan la técnica, conocen diferentes técnicas, pero el valor de esto es tener claro que son herramientas, el uso de una técnica no es un fin por sí solo, es un medio.
El buen artista escoge la mejor técnica para transmitir su visión, un fotógrafo por ejemplo escoge el matiz de color, el enfoque del objeto, la técnica de impresión, el zoom con el que va a resaltar su objetivo, pero no al contrario, que la técnica se vuelva el objetivo.
Un estratega tiene que dominar diversas metodologías, no es empírico. Es una persona autodidacta, conoce muchas metodologías y las aplica en donde identifique que son de más utilidad.
En mi experiencia en operaciones y consultoría he aprendido técnicas muy diversas, algunas son una serie de pasos para llegar a un resultado específico, otras son prácticas que te ayudan a enfocarte, y otras logran cambiar la cultura de trabajo de las personas.
También he visto que cada vez surgen más “certificaciones” sobre una técnica que, si bien ayudan a que una práctica tenga un estándar, muchas de estas certificaciones se crean con un sentido comercial, esto lleva a que el medio se convierta en el fin. Lo mismo en las herramientas para definir estrategias, llámese Canvas, design thinking, las 5 fuerzas de Porter, etc. si se piensa solo en el objetivo de la herramineta y no somos analíticos en el resultado del logro de una visión, no tendremos una buena conclusión.
La técnica es un asunto personal, tienes que encontrar la mejor técnica y no tratar de explotar una técnica en donde no funciona, esta decisión se logra gracias a la práctica y experiencia.
4. Práctica, lo que hace al gran estratega
La práctica hace al maestro.
El artista que se considera profesional es dedicado, apasionado y no solo cree en la inspiración, la inspiración llega trabajando y no al contrario. Hay que ser diciplinados y dedicar tiempo, el artista piensa constantemente qué crear y no deja de analizar, percibir, imaginarse. La frase de que su oficio “es su vida” tiene un sentido real.
El estratega también, por eso me inclino mucho más a tener pensamiento estratégico y no una sesión de planeación estratégica. La estrategia es una práctica diaria, todos los pensamientos y acciones pensando en el propósito y el cliente. Es una reinvención diaria.
5. Vender las ideas, sin aceptación no hay estrategia
Por último, no puede faltar la parte de liderazgo y comercialización, de nada sirve ser un genio si no se venden las ideas, y en el caso del estratega, líder y empresario, tiene que alinear a sus colaboradores a participar en llegar a la visión, si no todo fue en vano.
